[intense_dropcap]T[/intense_dropcap]rascurren los días, los meses, digamos que estamos prácticamente orillando el primer año de gobierno, y el idiota persiste en serlo cada vez más, su empeño alarma, muchos ven un psiquiátrico como el mejor resguardo para el sano andar de la República. Pero el idiota avanza en su estupidez y en su alocado camino que va construyendo torpemente. El idiota, que para muchos otros no lo es tanto, asigna como propia, la totalidad de la obra pública del anterior gobierno.
Generalmente el idiota sobrelleva en su cabeza profundos pozos de desmemoria, de olvido, y “los más piadosos” entonces ordenan que la ambulancia retorne desde donde vino. El idiota sin embargo, teme al muy poderoso, lo vuelve hasta más idiota, sumiso, lo pone babeante y de rodillas enceguecido por el incesante brillo del oro que éste ostenta y le promete. Entonces el idiota procede como todo idiota: Se esmera en favorecerlo a expensas de joder a todo un pueblo para lo cual fue elegido democráticamente. Este idiota en particular, hasta ahora no se percató de la diferenciación existente entre un empresario y un político, actúa estúpidamente en contra de la dignísima tarea que es la de gobernar en beneficio de la mayoría del pueblo que lo eligió. (Porque el idiota a veces por ignorancia o torpeza de su idiotez, no comprende que debe gobernar para todos).
Lo que nunca favorece a un idiota, es que esté rodeado de otros idiotas que aprueben a pié juntillas todas las idioteces que éste comete, porque aunque sea el mayor de los idiotas, son conscientes de que es el presidente de una nación, que éste idiotamente trata como si fuera su empresa, pero que el muy idiota se posesiona como si estuviera timbeando en el casino, total la guita es del resto de los que él gobierna. El idiota parece no darse cuenta que achicando el Estado asfixia a la totalidad de la Nación, porque cree que la Nación es El, y un reducido y selecto grupito de idiotas que lo rodean. Este idiota habla como si todavía estuviese en campaña, porque no pasa por su cerebrito idiotizado generar gestión política, y así los semestres se lo van comiendo vacío de toda ejecutividad, entonces el idiota ordena a todos los demás idiotas, persistan con el juego de promesas a cumplir, que cumplen sólo cuando se enganchan con alguna obra inconclusa del anterior gobierno, que todos a coro, estos idiotas denominan “la pesada herencia”, pero luego cuando la concluyen gracias al presupuesto de los otros, se la adjudican como propia.
Este idiota, en honor al aprovechamiento de la “pesada herencia” de la cual usufructúan , debería aclarar qué quieren significar con esto de “pesada”, si es por lo abultado de reservas con la cual se encontraron en el Banco Central u otra cosa, porque si no, o son extremadamente idiotas o creen que también nosotros lo somos.
Finalmente como suele ocurrir con el idiota, no advierte, ya sea por su falta de comprensión histórica, su falta total de manejo político, cegado tal vez por su idiota avidez en acumular fortuna, que este país, el cual trata como si fuese una empresa, está compuesto por más de 43 millones de habitantes, y que ya más de la mitad se siente humillada de ser conducidos por un idiota.
Enterate idiota, los pueblos no son idiotas ni se equivocan, sólo son engañados.