La semana pasada la tapa de este periódico evidenciaba la estrategia de campaña del actual intendente Darío Kubar. Dicha repercusión se debía a un audio donde se escuchaba la voz de su esposa, actual pre candidata a concejal por Cambiemos y la del mencionado intendente, impartiendo explicitas ordenes de cómo llevar adelante la campaña.
[dropcap style=’box’]D[/dropcap]icho audio conocido por todos, dejaba al descubierto la hipocresía, la más burda estrategia que se burla de las personas en el más íntimo dolor, dolor de perder un familiar. Recordarles a unos y a otros los favores recibidos, también el pasar por los cumpleaños, donde le iban a salir gratis hasta la comida. O sea en definitiva hacer campaña como se dice comúnmente: “colándose en los cumpleaños, casamiento y hasta velorios”.
Hasta acá la cuestión ya fue tratada, cada quien habrá hecho su reflexión al caso. Lo que nosotros queríamos en esta columna es resaltar una nota que salió en un periódico local donde se enarbolo una defensa a los audios. En primera instancia se dijo en esa nota que los audios estaban editados. En segundo lugar se dijo que todos tienen estrategias de campañas similares. En términos generales la defensa enarbolada desde ese sector del periodismo coincide con las corporaciones mediáticas, coincide con ese blindaje que se está brindando al gobierno del ajuste, del hambre y la desocupación, como coincide el signo político del gobierno municipal con el del nacional.
En el programa radial “Radicado en el Conurbano” que se emite los sábados de 11 a 13 horas, por FM ATILRA 96.1, el concejal Mauro García expreso lo siguiente: “los gobiernos neoliberales no pueden aplicar sus políticas de ajustes, sin represión y blindaje mediático”. Con esto queda a las claras la intención de ese sector ya mencionado del periodismo. Tras una pretendida neutralidad y con una mirada moral de la política se quiere instalar la idea de que en este terreno todo vale, como en la guerra y en el amor se diría, siguiendo el decir popular. Es necesario a esta altura decir que no todo es lo mismo. Que no todas las campañas son iguales, que no todas las estrategias se parecen. La pregunta que sigue seria la siguiente: ¿Cómo distinguimos una estrategia de otra? Mirando el proyecto político del cual se desprende esa estrategia.
Un proyecto de gobierno se materializa desde los organismos del estado, con esto decimos que para materializarlos hay que ser legitimado por la ciudadanía. El mecanismo de nuestra democracia es mediante el voto; secreto, universal y obligatorio. Ya en los griegos con la democracia ateniense aparece el método para persuadir mediante lo discursivo.
Frente a la verdad de los hechos aparece la mentira con un disfraz de verdad. No se trata de decir, sino de cómo decir, o sea decir lo que la gente quiere escuchar. Volviendo a los griegos ellos ya tenían bien en claro esto, existían lo que ellos llamaban los sofistas, esta gente tenía un recurso discursivo para hacer parecer lo falso como verdadero. En función de ello apareció la filosofía y con esta contrarrestaron el peligro de los sofistas para naciente democracia griega.
Hoy los medios corporativos cumplen la función de los sofistas, engañan con sus altos parlantes y efectos especiales, así como Hollywood, en sus mega producciones nos fascina con sus películas de acción en un despliegue escénico que nos deslumbra, la comunicación en los grandes medios no apuntan a la verdad, apuntan al sensacionalismo, con un mensaje que cae como a la medida en esta sociedad sobre estimulada, en este vale todo que convierte en espectáculo la información y supedita a ese espectáculo la vida cotidiana. Simplemente porque hay que montar una escena para que la gente ya no crea, ya no crea en lo concreto, porque como decía el psicoanalista Sigmund Freud: “la realidad es angustiante” y por ello escapamos de ella.
Todo parece estar preparado para que la mentira periodística se introduzca tergiversando la realidad, al igual que los sofistas, pero también subestimar al público es riesgoso, hay mentiras que no se pueden tapar con ningún recurso discursivo, y a pesar de ello hay periodistas como ese sector que indicamos al principio, que no solo erran el camino sino que pretenden levantar una moral que justifica lo inmoral y caen por debajo de la ética periodística de manera insalvable, y al parecer no les importa quedar expuestos como mercenarios, mercenarios que se dicen neutrales. En conclusión se puede decir acá que no todas las estrategias de campañas son iguales, pueden a groso modo parecerse pero cuando se entra en las especificidades se ve una clara diferencia, como las de dicho audio que hieren las susceptibilidad de la gente pero a la par hay otras que vienen entablando un vínculo con la comunidad y haciéndose parte de los problemas que esta tiene, porque estos militantes son vecinos que abrazan a la política como herramienta de transformación social.