Rainer es un productor televisivo hastiado, sin saberlo realmente, de su vida. Esconde su frustración tras un coche de lujo, cocaína y una guapísima novia florero. Eso sí, para el gran público es un genio, un héroe de nuestros días, capaz de idear programas televisivos que revientan los índices de audiencia, como el de Informe 4 (que falsifica sus reportajes) o el concurso en el que una chica escoge al desconocido padre de su hijo, entre otros, si sus espermatozoides ganan la carrera al del resto de los concursantes. Pero, tras sufrir un inesperado accidente, se planteará su futuro y el de toda la sociedad alemana. ¿Logrará, junto a un pequeño equipo de marginados, que la cultura y las ganas de disfrutar del mundo que nos rodea vuelva a entrar en las vidas de los hipnotizados televidentes? Los films de Hans Weingartner se caracterizan por abordar temas sociales que (seguramente) no queremos ni plantearnos, removiendo nuestras conciencias y despertando, aunque sea a pequeña escala, al revolucionario que todos llevamos adentro. Y lo consigue desde una perspectiva entre cómica, irónica y, por encima de todo, desafiante.
Quizá no sea técnicamente admirable pero Un juego de inteligencia sí es destacable por esa idea que acaba penetrando poco a poco en nuestras mentes, y que se planteó el director mientras realizaba la investigación para la realización de la película: ¿es realmente posible que un culebrón sea el programa más visto en toda Alemania? El espectador se acostumbra y sigue lo que las masas aceptan, primero por curiosidad de ver lo que todos ven, luego, porque es lo fácil y, finalmente, porque es lo único que encuentra. Y es que Weingartner va más allá y consigue que realmente nos preguntemos: ¿y si los índices de audiencia están manipulados?, ¿y si nos encontramos ante una decadencia mental guiada por personas que sacarán provecho de mantenernos en este estado aletargado? El director compara a directores de cadena, guionistas, publicistas y productores con un ejército de fascistas… y no hay razón por la que no podamos pensar lo mismo, sobre todo, tras mostrarnos verdades como que los aparatos de medición no están presentes en casas de extranjeros ni en casas de jóvenes (porque no pueden permitirse pagar la tasa de TV). Además, se selecciona a los poseedores de estos aparatos tras estudios analizados al milímetro. ¿Podrían, entonces, estar enmascarando la verdad? ¿Que la gran mayoría, por ahora, no es tan estúpida como pretenden que creamos?
Tal vez en estos años posteriores al film, estrenado allá por el 2007, el análisis solo de la televisión queda un tanto anacrónico, y habría que inevitablemente pensar en el sistema que actualmente impera en las redes sociales, donde el famoso algoritmo tampoco está exento de manipulaciones corporativas ni fines lucrativos. En fin, este es un filme tiernamente idealista, algo inverosímil, pero esperanzador. Recomendable para todo tipo de públicos.
Ficha Tecnica:
- Dirección: Hans Weingartner
- Guionistas: Katharina Held, Hans Weingartner
- Elenco: Moritz Bleibtreu, Elsa Sophie Gambard, Milan Peschel, Gregor Bloéb, Tom Jahn, Andreas Brandt:
- Música: Andreas Wodraschke
- Fotografía: Christine A. Maier
- Montaje: Andreas Wodraschke