Julieta Pérez (23) y Lucía Pérez (21), oriundas del barrio Marabó, se consagraron campeonas en el 1º Campeonato Nacional de Clubes de Patinaje Artístico, que se llevó a cabo del 8 al 14 de noviembre en Río Segundo, Córdoba. Ambas obtuvieron medallas doradas en sus respectivas categorías: Julieta en Primera C y Lucía en Segunda C.
Respecto al campeonato, las hermanas contaron que fue una experiencia única y la primera de tantos días de competencia con todas las chicas de la escuela Patín Fusión, a la que ellas asisten. Expresaron que fue increíble el haberlo compartido juntas, ya que era lo que soñaban desde chicas, el verse patinar mutuamente y el abrazo pos competencia.
El amor por el patinaje es central en la vida de Julieta y Lucía, quienes entrenan en la escuela mencionada anteriormente, bajo la guía de Carolina Cuomo y José Portale. Su historia personal refleja un largo camino de sacrificio y superación: ambas comenzaron a patinar desde pequeñas, pero tuvieron que abandonar la práctica por problemas económicos cuando eran niñas, retomando años después.
La constancia de las hermanas ya había dado frutos anteriormente. En julio, Lucía brilló en su primer clasificatorio para el Campeonato Nacional Absoluto en San Juan, donde obtuvo el puntaje más alto de su categoría y se consagró subcampeona nacional. Por su parte, Julieta recuerda con orgullo cómo, a los 6 años, fue seleccionada para un torneo nacional en Mendoza, aunque no pudo participar por cuestiones económicas, pero que ahora quedó superado con su reciente victoria.
Además de competir, las hermanas son profesoras en la escuelita de patín que funciona en el Polideportivo Municipal de Marabó, donde han logrado formar un espacio de aprendizaje que ya cuenta con 78 alumnos. Entre ellos, 15 compiten a nivel federado, demostrando el crecimiento y compromiso del proyecto, que comenzó hace apenas un año y medio.
Las clases en el Polideportivo están divididas por niveles y se ofrecen en diferentes horarios, adaptándose a grupos de niñas desde los 3 años hasta adultas.
Ambas destacan la importancia de seguir compitiendo, no solo por su amor al deporte, sino para ser un ejemplo para sus alumnos. “Queremos mostrarles que los sueños se pueden cumplir, que no hay barreras si se trabaja con dedicación”, expresaron en relación a su compromiso con la enseñanza.
El logro de Julieta y Lucía es un reflejo de esfuerzo y pasión, y una inspiración para el barrio Marabó, donde su trabajo no solo fomenta el deporte, sino también el crecimiento y la superación personal.